¿Dónde terminan nuestros desechos? El camino de la basura que tiramos mal
- QupaApay Equipo
- 28 jun
- 2 Min. de lectura
Todos los días generamos basura. Mucha más de la que imaginamos. Sin embargo, nunca le damos la importancia que merece, todo se reduce a una bolsa que dejamos en la calle, a la espera del camión recolector. Pero, ¿qué pasa después? ¿A dónde va esa basura? El día de hoy, te invitamos a mirar un poco más allá y seguir el recorrido de nuestros residuos para entender por qué es tan importante hacerse cargo de lo que desechamos.

En muchos casos, lo que no se recicla ni se separa correctamente termina en rellenos sanitarios o vertederos a cielo abierto. Estos lugares están lejos de ser una solución perfecta, y generan una gran cantidad de problemas: contaminan el suelo, el agua subterránea y liberan gases como el metano, que tiene consecuencias en el cambio climático. La situación empeora cuando hay una mala gestión de los residuos.
Una de las principales preocupaciones al respecto es que gran parte de los desechos, sobre todo los plásticos, no se descomponen durante cientos de años. Muchos terminan en ríos y océanos, donde afectan directamente a la fauna marina. Ahí, los animales tienden a ingerir grandes cantidades de microplásticos… Y todo eso empieza cuando tiramos algo en la calle, en el tacho equivocado, o sin separar en los contenedores apropiadamente.
Otro problema es mezclar un contenido con otro. Por ejemplo, los residuos orgánicos con materiales reciclables. Esto puede llevar a que contenido recuperable como cartón o plástico limpio termine en la basura. Además, también se obstaculiza la labor de quienes trabajan haciendo reciclaje. Su salud es puesta en peligro.
Es crucial ser más conscientes de que todo lo que tiramos tiene un destino, y este se ve afectado por la acumulación de desechos. Hacerse responsable de nuestros residuos no es solo por el medio ambiente, sino también por cada uno de nosotros. La próxima vez que tengas algo en la mano y vayas a tirarlo, piensa por un segundo. Ese pequeño instante de conciencia puede marcar una gran diferencia.
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